domingo, 13 de noviembre de 2022

Valor botánico del río Cega, su originalidad

El domingo 20 de noviembre contaremos con Emilio Blanco, que nos hablará de los valores del río Cega

Introducción por Jaime Madrigal (asociación El Espadañal):

El tramo medio del río Cega se encuentra entre los enclaves de mayor biodiversidad de la provincia de Segovia. Más de 13 especies catalogadas de interés europeo coexisten en comunidades con un elevado grado de conservación y naturalidad. Se trata de un bosque con más de 20 especies de árboles, 24 especies arbustivas y más de 50 especies de porte herbáceo. Todo un punto caliente de biodiversidad vegetal en plena meseta castellana.

Las comunidades vegetales del tramo medio del río Cega albergan multitud de especies con carácter biogeográfico eurosiberiano. Esto significa que muchas de las especies de plantas leñosas y herbáceas que podemos observar tienen sus núcleos de distribución en latitudes mucho más altas, en biomas templados e incluso boreales. Destacan en este sentido especies de árboles como los abedules, los alisos grises, los avellanos, los pinos silvestres (o valsaínes) y los álamos temblones. Con este mismo carácter biogeogáfrico podemos
encontrar arbustos como el mundillo, la brecina, el brezo blanco, el bonetero o la sangueña.

Otras especies con un carácter más netamente ripario o ribereño desarrollan poblaciones de gran valor ecológico en el Cega. Nos referimos a árboles como los alisos, los fresnos, los chopos negros, los álamos blancos, las mimbreras, o los olmos negrillos. También podemos encontrar arbustos típicamente ribereños como los aligustres, las vergueras, los rosales silvestres, los majuelos, el cornejo, el espantalobos o los espinos cervales. Destacan también, por su singularidad, los mostajos (Sorbus aria y Sorbus torminales) que muestran pequeñas poblaciones dispersas en las laderas de umbría del valle.

Hay que destacar también a las especies con carácter más mediterráneo, distribuidas mayoritariamente por las laderas de solana. Hablamos de árboles como la encina, el quejigo, el rebollo o los pinos resinero, piñonero y laricio. Éste último, con distribución típicamente circunmediterránea de montaña, es una especie relicta en los valles del Cega. En las laderas de solana es frecuente también encontrar arbustos termófilos como la retama amarilla, la jara estepa y el carpazo.

El valle del río Cega es hábitat también para cinco especies de plantas trepadoras (la hiedra, el lúpulo, la madreselva, la nueza y la disocorea o nueza negra) y algunas orquídeas propias de ambientes húmedos o higroturbosos (Cephalantera y Dactylorhiza). En su conjunto, la vegetación del valle medio del río Cega representa una joya ecológica y geobotánica que debemos conservar para que pueda seguir siendo muestra de un mundo salvaje cada vez más escaso y remoto.